- PROYECTO - ÍTACA - BOCETOS -
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
Ítaca. Konstantino Kavafis
Esta exposición propone una reflexión visual y experiencial sobre los límites cada vez más difusos entre el espacio público y el privado, una frontera que, en nuestra contemporaneidad, ya no es línea clara, sino territorio movedizo. Puerta a Ítaca habita ese lugar intermedio: ese tránsito entre la puerta cerrada y la plaza abierta, entre el murmullo íntimo y el ruido compartido. Un no lugar, impersonal pero lleno de individualidades efímeras, apenas fijadas a un instante de mirada, de presencia, de lectura.
¿Qué hace que un espacio sea privado o público? ¿Cómo se representan esos límites? ¿Qué ocurre cuando los cruzamos?
La puerta, entendida desde su raíz etimológica portalis —pasaje, escisión, umbral—, se convierte en símbolo central. Es el gesto que divide y une, que permite la transición entre lo íntimo y lo expuesto, entre el adentro y el afuera. Como en tantas culturas del mundo —punku, ilekun, torii, torana—, la puerta representa algo más que una estructura arquitectónica: es el inicio del viaje, la posibilidad de transformación, el acceso a otro estado de percepción. Es, en esta exposición, la imagen del tránsito entre lo personal y lo colectivo, entre el tiempo detenido y la experiencia compartida.
El proyecto Puerta a Ítaca se inicia en un momento de renacimiento urbano y personal. Las calles, como espacios públicos marcados por la memoria, resurgen bajo una mirada poética. Cada rincón se convierte en un fragmento de Ítaca, no como lugar fijo, sino como promesa de sentido. La Ítaca aquí no es solo un punto geográfico o una meta, sino un espacio mental y afectivo, donde la intimidad se proyecta hacia el afuera.
En este contexto, las obras se despliegan como paisajes simbólicos de ese viaje, a través del empleo cuatro elementos llenos de memoria, bronce, papel, tinta y madera que han recorrido las edades del hombre a través de la historia, propongo representar una pausa simbólica en medio del camino.
El dibujo a tinta sobre papel, se asemeja profundamente a la escritura en su esencia gráfica y conceptual. Así como la caligrafía organiza el pensamiento en signos y ritmos, el dibujo compone imágenes mediante contrastes absolutos y una urdimbre de trazos meticulosos. Un juego entre lo dicho y lo omitido, lo escrito y lo que dejamos en blanco. La tinta negra fluye sobre el papel con la misma autoridad con la que la palabra se inscribe. Su carácter definitivo, sin posibilidad de corrección, dota cada trazo de una intencionalidad absoluta. La hoja en blanco, ya sea receptora de palabras o de sombras, es el espacio donde se inscribe una visión del mundo, donde lo efímero se fija y lo intangible adquiere forma.
La escultura en bronce, con sus superficies marcadas por incisiones y ritmos gráficos, traduce el gesto efímero en permanencia. Estas pequeñas piezas, más cercanas al signo que al objeto, condensan una gramática tridimensional: no representan, sino que escriben en volumen. Desde su escala discreta y materialidad densa, interpelan al espectador como quien intenta descifrar un lenguaje perdido o aún por inventar. Así, lo privado —el gesto, la memoria— se cristaliza en algo que puede ser compartido, habitado, contemplado.
Las formas de madera blanca, por su parte, evocan barcos detenidos, páginas por escribir, cuerpos a la deriva. Su blancura remite a la bruma, a la vela, al intervalo; sus líneas negras trazan rutas, mapas, constelaciones de signos que hablan del deseo de regreso, de lo que se perdió y no se puede nombrar. Son vestigios del viaje y, al mismo tiempo, activadores de nuevas trayectorias. En ellas se cruzan el relato individual y el relato colectivo: el cuerpo que se expone al espacio, al tiempo, al juego.
Puerta a Ítaca es, en última instancia, una propuesta para pensar los espacios como procesos. Lo privado y lo público, como lugares que no son fijos, sino que se construyen en cada gesto, en cada paso, en cada cruce de mirada. Como en el cuento de H.G. Wells, La puerta en el muro, aquí también se abre una grieta: una entrada posible hacia lo invisible, hacia una Ítaca que no siempre se alcanza, pero que nos da dirección.
DIBUJOS A TINTA SOBRE PAPEL Y ESCULTURAS DE BRONCE / MADERA







PLANTEAMIENTO DE MONTAJE EN SALA

BOCETO DE CARTEL/ INVITACIÓN

Viabilidad
Puerta a Ítaca se presenta como una propuesta artística sólida, tanto conceptual como técnicamente, cuya realización es plenamente viable dentro de distintos formatos expositivos, tanto en instituciones culturales, museos, galerías como en espacios alternativos o contextos urbanos intervenidos. En este caso, la Sala de Arte Bronzo. Situada en San Cristóbal de La laguna es el espacio propuesto para desarrollar la muestra.
https://esculturasbronzo.com/exposicion-de-arte/
La producción de las piezas ya se encuentra en proceso de trabajo. La elección de materiales —bronce, madera, tinta y papel— responde no solo a una lógica poética, sino también a criterios de durabilidad, resistencia y adaptabilidad al montaje. Las obras en bronce y madera han sido concebidas en formatos transportables, lo que permite una fácil gestión logística y montaje eficiente, adaptable a distintos tipos de salas o espacios.
La propuesta cuenta además con un guion curatorial claro, un discurso estético y filosófico coherente, y un diseño de montaje flexible que puede adaptarse a distintos recorridos expositivos.
En términos técnicos, el proyecto no requiere infraestructuras complejas ni equipamientos tecnológicos costosos. Su implementación contempla necesidades realistas en cuanto a iluminación, montaje y condiciones de conservación, lo que facilita su viabilidad en distintos contextos institucionales o independientes.
Impacto
El impacto de Puerta a Ítaca puede entenderse desde múltiples dimensiones: artística, social, educativa y simbólica.
Desde una perspectiva artística, se trata de una obra que explora de forma sensible y rigurosa las tensiones entre lo privado y lo público, integrando lenguajes como el dibujo, la escultura y la escritura en una experiencia estética contemporánea. Su carácter interdisciplinar y su riqueza formal promueven una recepción activa del público, fomentando el cruce entre artes visuales, literatura, pensamiento crítico y experiencia espacial.
A nivel social, el proyecto se plantea como una oportunidad para generar reflexión sobre las formas en que habitamos el espacio —urbano e íntimo— y sobre cómo definimos nuestros vínculos con el entorno. A través de símbolos como la puerta o el viaje, la exposición conecta con experiencias humanas universales: la memoria, el deseo, la búsqueda, el tránsito. Estos elementos permiten que la propuesta sea cercana y significativa para públicos diversos.
En su dimensión educativa, Puerta a Ítaca puede desplegarse como plataforma para actividades paralelas: talleres, recorridos comentados, charlas o encuentros públicos específicos. La propuesta permite abordar temas como el arte como forma de pensamiento, la escritura visual, la arquitectura del cuerpo en el espacio, o la poética del desplazamiento. Estas actividades fortalecen la función pedagógica de la exposición y amplían su alcance comunitario.
Finalmente, el impacto simbólico del proyecto radica en su capacidad de activar nuevas miradas sobre el entorno cotidiano y sobre el propio rol del arte. En un mundo donde los límites entre lo público y lo privado son cada vez más ambiguos, Puerta a Ítaca propone detenerse, observar, habitar ese umbral desde una pausa poética. Es un gesto de resistencia y sensibilidad: una forma de reclamar el valor de lo simbólico, de lo invisible, de lo íntimo compartido.
Para esta exposición, se ha ideado como complemento, la muestra virtual de la misma en la plataforma: https://www.artefactocanariomuseovirtual.es/. Espacio de exposiciones con un recorrido de varios años. Extendiendo así, la visibilidad de la misma.
CRONOGRAMA MESES Y ACTIVIDADES PRINCIPALES
Junio
- Revisión de historial
de bocetos y conceptualización general final del proyecto.
- Selección de obras anteriores a integrar.
- Organización y digitalización de archivos visuales (dibujos, esquemas,
textos).
Julio
- Producción de nuevos
dibujos en tinta sobre papel.
- Desarrollo de trabajo digital complementario (planos, esquemas,
adaptaciones gráficas).
- Elección definitiva de formatos y soportes para escultura y dibujo.
Agosto
- Inicio del trabajo en
taller de bronce: modelado·3D
- Pruebas de dibujo sobre madera (ensayos técnicos con tinta).
Septiembre
- Preparación para fundición. Adquisición y preparación de piezas de madera para talla.
- Fundición y acabado de piezas en bronce.
- Talla de piezas en madera (volúmenes y formas básicas).
- Avance de dibujo sobre madera con tinta.
- Registro fotográfico de procesos en taller.
Octubre
- Finalización de piezas en madera y bronce.
- Correcciones y retoques finales.
- Documentación fotográfica profesional de las obras terminadas.
Noviembre
- Diseño y realización de cartelería, gráfica expositiva y materiales de difusión.
- Escritura de textos curatoriales y de catálogo.
- Edición y maquetación del catálogo y dossier de la exposición.
Diciembre
- Coordinación de iluminación, disposición espacial y recorrido.
- Revisión de textos de sala, fichas técnicas y rotulación.
- Difusión en medios y redes.
Enero
- Montaje de exposición (según fechas de sala).
- Inauguración y apertura al público.
- Actividades paralelas: visita guiada, charla o taller (si aplica).
- Difusión en medios y redes.
- Registro audiovisual
Febrero
- Difusión en medios y redes.
- Registro audiovisual y cierre de proyecto.
- Creación de muestra virtual